La muerte… algunas personas piensan que es el inicio de una nueva vida, otras por el contrario prefieren creer que es el fin, como si de repente todo se apagara. La definición de muerte es algo que nadie conoce a ciencia cierta, su significado varía según el pueblo y la cultura, pero lo que sí podemos decir es que es algo delicado y complejo, y a la vez absolutamente simple ya que es el dejar el mundo material, lo físico, lo tangible, lo visual. El significado de la muerte tiene grandes variaciones entre las personas, pero lo que sí es común en todos es que es un tema que se encuentra ligado a la vida pues determina la forma como vivimos, siempre se dirige el modo de vivir hacia el morir bien. El proceso de morir puede ser descrito por su duración y forma. La duración comprende desde el inicio del proceso de morir hasta el desenlace de la muerte. La forma tiene que ver con el curso que toma el proceso de morir.

Aunque se sabe que la muerte es parte de la vida es inevitable para algunos sentir miedo hacia ésta ya que representa un gran misterio para la humanidad y forma parte de los cuatro temores universales los cuales son: Dios o una fuerza superior, lo incierto o misterioso, la locura y la muerte. Una de las primeras causas de este temor es el instinto de conservación el cual tiene su origen en el anhelo inconsciente del hombre de ser eterno y de no perder lo que tiene. Para algunas personas a veces es difícil pensar en la muerte pues la familia, las posesiones, los anhelos, las aspiraciones y los sueños tienen un gran significado; pero a su vez pensar en la muerte es considerado necesario e indica madurez por parte de la persona ya que forma parte del hombre y además ayuda a administrar correctamente las acciones que se llevan a cabo durante la vida.

La muerte es inevitable y no acepta tratos, forma parte del hombre y por más que éste trate de prolongar la vida siempre llegará a su fin tarde o temprano, es imposible librarse y además no tendría sentido la inmortalidad pues la sobrepoblación del mundo sería tan abrumadora que no habría lugar para todos. Así como para algunas personas la muerte representa un temor, para otras es algo digno de adorar, tal como ocurría en algunas culturas primitivas las cuales ejecutaban sacrificios para adorar dioses y admiraban a las personas que tenían el privilegio de ser sacrificadas; es fácil notar que el significado de la muerte ha cambiado a través de los años y de las culturas.

La muerte consta de cinco fases:
·Fase 1: negación y aislamiento.
·Fase 2: ira. Se pregunta ¿por qué a mí?
·Fase 3: pacto. Ésta es una fase muy breve.
·Fase 4: depresión. Sensación de pérdida de las posesiones.
·Fase 5: aceptación. Sensación de que ya no hay más nada que hacer para evitar la muerte.



El duelo

El duelo es, por regla general, la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc. La muerte de un ser querido es una de las experiencias más traumáticas, dolorosas y difíciles de superar, especialmente cuando ésta es inesperada o cuando se trata de un hijo, pues se espera que los padres mueran antes.

La piedad de Miguel Ángel, en la Iglesia de San Pedro

Las fases del duelo según Bowlby y Horowitz son las siguientes:
·Fase 1: embotamiento de la sensibilidad
·Fase 2: anhelo y búsqueda de la figura perdida
·Fase 3: desorganización y desesperanza
·Fase 4: reorganización

Según M. Horowitz el duelo consta de las siguientes fases:
·Fase 1: reacción inicial de shock
·Fase 2: negación
·Fase 3: intrusión del pensamiento
·Fase 4: elaboración
·Fase 5: completación

Las actitudes y comportamientos de las personas encargadas del cuidado del paciente están fuertemente influidas por la percepción que tiene el paciente de sí mismo al enfrentar la llamada trayectoria de la muerte. Estas trayectorias también afectan el tipo de respuesta emocional y la manera en que tanto el paciente como su familia responden ante las demandas, así como las intervenciones que serán iniciadas. Por esta razón es muy importante el comprender la trayectoria que se sigue al confrontar la muerte para anticipar e implementar las intervenciones apropiadas.
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